A partir de los 9 años los niños comienzan a desarrollar su independencia y personalidad, lo que hace que comience una etapa de malas contestaciones. ¿Os ocurre a vosotros? Te damos unos consejos para que puedas gestionar bien estas situaciones.
Es importante la paciencia, más paciencia y un poco más de paciencia
Muchos niños son contestones, ya que atraviesan por un proceso de desvinculación emocional de sus padres y necesitan reafirmar su personalidad, por lo que es habitual que aparezcan conductas desafiantes o malas contestaciones de repente.
Este tipo de conducta suele extenderse hasta el final de la adolescencia, lo que puede resultar un poco complicado para los padres, que tienen que aguantar a todas horas como sus hijos les contestan de malos modos o incluso les gritan.
Sin embargo, como decíamos, es una fase normal por la que pasan todos los niños cuando se dan cuenta de que sus padres no son perfectos. Se vuelven más críticos con las actuaciones y comportamientos de sus padres y son capaces de ver que no siempre actúan correctamente.
Además, su desarrollo emocional los lleva a desvincularse afectivamente de ellos y, al igual que pasó a los 2 años, comienza una nueva etapa de independencia que se manifiesta, en lugar de con rabietas, con malas contestaciones y desobediencia.
Así que, si tu hijo está llegando a esta edad, debes estar preparado.
¿Cómo evitar estas contestaciones?
1- Controla tus emociones y nunca le contestes de la misma manera.
Aunque a veces resulte complicado, no debes ponerte a su altura ni contestarle de la misma manera o entrar en una lucha de poder.
2- Respira hondo, tranquilízate e intenta averiguar qué se esconde tras esa mala contestación.
Puedes usar frases del tipo: «No sé qué te pasa» o «No entiendo por qué hablas así». De esa forma le haces ver cómo te sientes y lo que está haciendo. Puede que tenga problemas en clase o que este preocupado por algo.
3- Mantente firme en las normas o límites impuestos.
Aunque te hable mal, no debes ceder solo para evitar esas contestaciones. Para los niños de esta edad los límites son muy importantes.
4- Dale tiempo para reflexionar.
Explícale cómo te sientes cada vez que te habla así y déjale un tiempo para que piense en cómo se ha comportado.
5- Manteneos unidos.
No dejéis que esa actitud de vuestro hijo cause problemas o roces entre vosotros. Los padres deben estar unidos en la educación del hijo.
6- Ten paciencia.
Es una fase que pasará, solo hay que seguir mostrando al niño amor y comprensión y hacerle ver que estás ahí siempre que te necesite.