El ayuno intermitente se ha puesto de muy moda y son muchos los famosos que hablan de sus beneficios para la salud… ¿Son ciertos estos beneficios? ¿Pueden los niños seguir este tipo de intervención alimenticia?
¿Qué es el ayuno intermitente y qué beneficios ofrece a la salud?
El ayuno intermitente no es un tipo de dieta como tal, ya que no nos indica qué alimentos podemos o no podemos comer, sino que se centra en cuándo comer. El ayuno intermitente hace referencia a la alternancia de ciclos en los que se puede comer y otros en los que no.
Si no se lleva a cabo de manera efectiva, el ayuno intermitente también tiene sus riesgos
Existen diversos tipos de ayuno intermitente y según se siga uno u otro podremos comer en unas diferentes ventanas de alimentación. Por ejemplo, en el ayuno 5:2, el más habitual, se puede comer de manera normal 5 días a la semana y se debe ayunar los otros 2.
Existen otros tipos de ayuno intermitente:
- 16:8: ayunar 16 horas y comer en las otras 8.
- 20:4: ayunar 20 horas al día y comer en las 4 horas restantes.
- Ayuno en días alternos: comer un día normal y al siguiente solo 50 calorías.
- Ayuno nocturno de 12 horas.
- OMAD: hacer una sola comida al día, normalmente a la misma hora.
En los últimos años, se han hecho muchos estudios para comprobar los beneficios para la salud del ayuno intermitente (la mayoría de ellos con el tipo 5:2). De esta forma, se ha podido comprobar que efectivamente nos ayuda a:
- Perder peso y grasa corporal.
- Disminuir los niveles de glucosa en sangre.
- Reducir el colesterol LDL (malo) y los triglicéridos.
- Reducir la inflamación.
- Aumentar la secreción de la hormona del crecimiento.
- Mejorar la memoria a largo plazo.
Por todo ello, se considera que puede ayudar a prevenir o tratar diversas enfermedades como Alzheimer, lesiones cerebrales, Parkinson, diabetes tipo 2, alergia y asma, trastornos autoinmunes, arritmias cardiacas, enfermedades infecciosas. Incluso puede ayudarnos a vivir más años.
No obstante, si no se lleva a cabo de manera efectiva, el ayuno intermitente también tiene sus riesgos. Por este motivo, está contraindicado durante el embarazo o la lactancia, en personas con un índice de masa corporal por debajo de 18,5 o en menores de 18 años.
Entonces, ¿no pueden los niños realizar ayuno intermitente?
¿Cómo afecta el ayuno intermitente a los niños?
Los niños están en constante crecimiento tanto físico como mental y requieren enormes cantidades de energía para poder desarrollarse. Sus requerimientos nutricionales son mayores que los de los adultos y su alimentación en estos primeros años marcará en parte su salud futura, por lo que es importante cuidar su alimentación y evitar prácticas peligrosas.
Sus cerebros y sus músculos están creciendo, por lo que no debemos privarles de nada. De hecho, en el caso de niños y adolescentes se dice que no es conveniente pasar más de 3 horas sin comer algo, por lo que el mayor ayuno que se puede realizar en niños es de 3 horas (salvo por la noche, que pueden pasar más horas dependiendo de la edad del niño y de sus horarios).
Pasar más de 3 horas sin ingerir alimento por el día, cuando las demandas de energía son mayores, puede causar ciertos problemas a los chicos como estreñimiento, malnutrición, sistema inmunitario bajo, cansancio y falta de energía, problemas para concentrarse.
Además, en niños y adolescentes, la corteza frontal, la parte del cerebro que ayuda a reconocer cuándo tienes hambre y cuándo estás lleno, no está tan desarrollada como en los adultos. Eso hace que no coman si tienen prisa o no les gusta el menú, pero luego se llenen de donuts al llegar a casa. Por eso mismo, el ayuno intermitente puede tender a fomentar los atracones y la sobrealimentación en los niños.
Por lo tanto, mientras el niño esté en periodo de crecimiento, hasta los 21 años más o menos, es mejor que se olvide del ayuno intermitente.