El fútbol es, en muchos países, el deporte más importante y seguido por niños y adultos, levantando auténticas pasiones. Pero, además, es un deporte muy beneficioso para el desarrollo de los más pequeños de la casa.
¿Cuándo empezar con la práctica del fútbol?
Desde que el bebé sepa andar, es bueno darle una pelota para que aprenda a darle patadas o tirarla con la mano, ya que esto favorece su motricidad gruesa, su equilibrio y su coordinación. Por lo tanto, puede empezar a patear una pelota desde los 12 meses.
El fútbol es muy beneficioso, pero siempre que se entienda como un juego
No obstante, si hablamos de jugar al fútbol en un equipo de verdad, como práctica deportiva dirigida, es conveniente esperar a los 5 años, cuando el desarrollo del niño, tanto físico como mental, le permite seguir el juego y aprovechar todos sus beneficios.
Como hemos visto, el fútbol es muy beneficioso, pero siempre que se entienda como un juego, una práctica divertida que ayuda al niño a desarrollarse y hacer amigos. Nunca hay que presionar al niño ni forzarle para que sea el mejor, así como tampoco regañarle si juega mal o pierde un partido. No se trata de que nuestro hijo sea el próximo Messi, sino de que sea feliz y disfrute jugando al fútbol.
No hagas de entrenador de tu hijo ni le obligues a jugar si no quiere, debe ser él quien decida qué deporte quiere hacer y siempre tomándoselo como una actividad más. Y, por supuesto, no acudas a sus partidos a gritar al entrenador, los árbitros y el resto de niños. El fútbol ofrece muchos valores, pero solo si evitamos las pasiones desenfrenadas que pueden surgir en torno a él. Al fin y al cabo, es solo un juego.
Beneficios del fútbol
- Mejora la coordinación motora. El fútbol es un deporte muy activo que mejora la resistencia y la velocidad, así como la coordinación motora y visoespacial para manejar al balón con los pies a la vez que se corre, realizar pases o marcar gol. También mejora la visión periférica, la velocidad de reacción y la agilidad física.
- Evita el sobrepeso. Al igual que otras prácticas deportivas, es un ejercicio estupendo para activar el metabolismo basal y quemar calorías, reduciendo las posibilidades de sufrir sobrepeso u obesidad.
- Mejora la disciplina del niño, ayudándole a respetar las normas.
- Fortalece los músculos y huesos. El fútbol es un deporte muy completo que involucra diferentes grupos musculares, a la vez que activa todas las articulaciones. Por eso, sirve para aumentar la fuerza de los músculos, a la vez que incrementa los niveles de testosterona que ayudan a formar más tejido muscular.
- Mejora la salud cardio-respiratoria. Es un deporte aeróbico que potencia el funcionamiento pulmonar y cardiovascular de los niños, estimulando la oxigenación de la sangre a todos los tejidos.
- Fomenta el trabajo en equipo. como todos los deportes de equipo, mejora la participación y colaboración con los otros miembros del equipo, lo que podrán trasladar a otros campos de su vida.
- Mejora el desarrollo de las capacidades lógicas. Los niños potencian su capacidad lógica para pensar en la jugada más adecuada.
Los valores que puede enseñar
- Aporta valores. El fútbol traslada valores esenciales de amistad, compañerismo, empatía, esfuerzo, trabajo, espíritu de superación, etc.
- Protege la autoestima infantil. A diferencia de los deportes individuales, en los que el niño siente más presión, los pequeños pueden disfrutar más del juego y su autoestima no se ve tan comprometida si pierden o fallan.
- Ayuda a los niños hiperactivos. El deporte, al quemar tantas energías, es muy positivo para los niños hiperactivos e inquietos.
- Mejora adaptabilidad a los cambios. El fútbol es un deporte en el que no puedes estar centrado en algo solo, pues hay que estar muy pendiente en los factores externos que serán quienes modifiquen el devenir del juego.
- Favorece el desarrollo de habilidades comunicativas. La comunicación es esencial para un correcto trabajo, lo que mejora las competencias comunicativas en los pequeños.
- Enseña a saber perder y mejora la tolerancia a la frustración.