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¿Es mala la dieta cetogénica (keto) en la infancia y adolescencia?

Esta dieta consiste en eliminar los carbohidratos y aumentar la ingesta de grasas

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La dieta cetogénica o keto se ha puesto muy de moda en los últimos años, sobre todo entre los famosos para perder peso. Consiste en una alimentación muy baja en carbohidratos y alta en grasas, pero ¿es apropiada para los infantes y adolescentes?

Características de la dieta cetogénica

La dieta cetogénica fue creada en 1920 para tratar a niños con cierto tipo de epilepsia (llamada epilepsia refractaria), aunque actualmente la sigue mucha gente sin esta enfermedad, ya que es muy efectiva para perder peso.

Consiste en reducir los carbohidratos y aumentar las grasas, pero deben ser siempre grasas saludables para que no sea perjudicial para la salud. Al no consumir prácticamente ningún alimento con carbohidratos, el cuerpo entra un estado metabólico de inanición conocido como cetosis y comienza a consumir las grasas que tiene para usarlas como fuente de energía, por lo que ayuda a perder peso. Cuando la grasa llega al hígado, este produce cetonas, un ácido que se libera en el flujo sanguíneo y que se convierte en energía. El resultado es una pérdida de peso muy rápida, pero también una reducción del azúcar en la sangre y de los niveles de insulina.

La dieta cetogénica se pensó para ayudar en el tratamiento de personas con epilepsia

En adultos es segura siempre que no se siga más de 12 meses, pero parece que no lo es tanto en la infancia y la adolescencia. El balance de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) ideal en estas edades es de 50:15:35. Por lo tanto, en vez de los 130 gramos que se aconsejan en una dieta saludable a esta edad, la dieta keto solo permite 20 gramos, por lo que es muy insuficiente.

La dieta cetogénica como tratamiento

Como decíamos, la dieta cetogénica se pensó para ayudar en el tratamiento de personas con epilepsia y tumor cerebral que no respondían a la medicación, junto con la quimioterapia correspondiente. Sin embargo, no hay estudios que muestren claramente los beneficios de este tipo de dieta en niños y adolescentes con cáncer, por lo que los expertos no la recomiendan.

Riesgos de esta dieta

Esta dieta puede tener efectos secundarios incluso en adultos si no se prolonga en el tiempo o no se lleva a cabo de manera adecuada, pero sus riesgos son aún mayores en la infancia y la adolescencia debido a que los cuerpos a esta edad están en constante crecimiento y desarrollo y la falta de cualquier grupo de alimentos es peligrosa para ellos pudiendo causar:

  • Niveles elevados de colesterol HDL si las grasas no son saludables.
  • Deshidratación.
  • Mareos.
  • Exceso de trabajo para el hígado.
  • Desnutrición y falta de nutrientes si se prolonga más de 1 año.
  • Bajos niveles de glucosa, que afectan al proceso de aprendizaje y causan cansancio y fatiga, dificultando las actividades diarias.
  • Problemas digestivos como náuseas y estreñimiento.
  • Hipoglucemia.
  • Mal aliento.
  • Irritabilidad.
  • Menor crecimiento.
  • Huesos débiles.
  • El aumento de grasa puede provocar piedras en el riñón, sobre todo si se toma mucha carne y poca agua.

Además, esta dieta está totalmente contraindicada en personas que toman medicamentos para la tensión arterial, con el síndrome de hígado graso o niveles elevados de colesterol y triglicéridos en sangre.

Los niños y adolescentes necesitan carbohidratos para estar mental y físicamente activos, por lo que, salvo en algunos casos en los que puede ayudar a controlar los síntomas de la epilepsia refractaria, la mayoría de los médicos y nutricionistas no recomiendan esta dieta para adolescentes o niños, ya que los carbohidratos con índice glucémico medio y bajo deben ser el componente principal de su dieta.

Si tu hijo tiene sobrepeso y quieres que pierda esos kilos de más, lo que debes hacer es limitar los azúcares y alimentos ultraprocesados. Además, deberás potenciar los alimentos frescos y saludables como las frutas, las verduras, las carnes magras y el pescado y aumentar su actividad física diaria. Si tienes dudas, pregunta a su pediatra o a un nutricionista, pero no optes por la dieta cetogénica. Y si es tu adolescente el que se empeña en seguir esta dieta, hazle ver todos los problemas que puede causar a su salud, su rendimiento escolar e incluso sus relaciones sociales.