Este domingo se disputó el primer partido del Mundial y la emoción es total entre grandes y chicos. No hace falta ser fanático del deporte para disfrutar de este tiempo de competencia deportiva internacional. Se trata de un evento de gran impacto social, que entra a la casa de incluso los menos futboleros.
Existen pocas más lindas que gritar un gol entre amigos o familia
Hay muchas cosas que podemos hacer con los peques para que la experiencia del mundial sea algo aún más disfrutable, incluso inaugurando tradiciones familiares al respecto. Desde lo manual e intelectual hasta lo físico y social, es una época ideal para celebrar victorias o aprender a asumir derrotas.
Decora tu casa para el Mundial
Decorar la casa con los colores de nuestra bandera es una gran idea para ir viviendo la previa del mundial, e incluso el durante. Ya sea con banderas, banderines, decoraciones de colores nacionales, decoraciones en la ropa, creación de accesorios o incluso cocinando alguna cosa rica para el hogar o para invitados, y decorándola de forma acorde, podemos ir palpitando los partidos junto a los más chiquitos.
Aprovecha para generar eventos sociales
Existen pocas más lindas que gritar un gol entre amigos o familia. Poder generar reuniones para ver los partidos, comer juntos, y compartir tiempo de calidad siempre es un excelente plan. Quizás, también, poder ir a ver un partido a algún lugar en donde se juntan muchas personas (siempre y cuando sea seguro para los peques) puede resultar una experiencia única.
Recuerdo con mucho cariño los mundiales en mi niñez, y uno de los primeros recuerdos que vienen a mi mente cuando pienso en esto es una carpeta que armaba con los datos de los jugadores.
Me gustaba investigar juntos a mis papás sobre los futbolistas que iban a participar en el mundial, los más icónicos y los del equipo nacional. Pegaba en esas hojas figuritas de cada jugador y escribía a su lado curiosidades sobre ellos o datos relevantes sobre sus historias de vida.
Poder saber quienes juegan puede resultar no solo entretenido para los peques, sino que ayuda a aprender y también a humanizar a esos hombrecitos que vemos por la tele, y verlos como más que solo jugadores en una cancha. Podemos ver videos e investigar sobre los pasados mundiales que jugó nuestro país, marcar mapas, aprender sobre las reglas del fútbol, aprender sobre las banderas de otros países, colorear las mascotas de los mundiales, ver películas relacionadas con el fútbol, aprender canciones de aliento deportivo, realizar deporte en familia, entre otras miles de actividades. Costo cero, obviamente.
Deporte y competición sana
El mundial es un excelente momento para poder aprender sobre el juego competitivo, la sana competencia, la importancia de saber perder y reconocer a otro y el deporte desde una mirada sana. Es fundamental que no olvidemos que los niños siempre están mirándonos. Si nosotros nos tomamos el mundial con frustración, enojo, palabras descalificativas hacia otros países o personas, ellos probablemente lo harán también, o resentirán el evento.
Obviamente, nadie va a festejar una derrota. Pero no hace falta irse a los extremos. Podemos lamentar un partido perdido, valorando al equipo que jugó bien. Ayudando a crear pensamiento crítico, sin insultar a otros, evaluando verbalmente que ocurrió y validando el esfuerzo de los jugadores nacionales.
Y más importante aún: podemos perder el partido, pero no perdamos el disfrute. Está en nosotros transmitirles a nuestros hijos valores sanos respecto a la competencia y al deporte, e incluso ayudarlos a disfrutar de un momento familiar o social sin perder la compostura por una derrota deportiva.
