El psicoanálisis infantil

El poder de la terapia basada en el juego y la palabra

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Muchos han oído hablar del psicoanálisis, pero quizás no del psicoanálisis infantil. Te contamos de qué se trata, a qué apunta y es importante tomarla en cuenta como posibilidad terapéutica.

El psicoanálisis ha evolucionado mucho desde sus inicios, a principios de 1900

Por lo menos en Argentina, un gran porcentaje de los psicólogos practican sus terapias desde la teoría psicoanalítica. Más allá de ser una terapia pionera y de gran historicidad, su popularidad no disminuyó a lo largo del tiempo. Si bien cada tipo de terapia puede ser más o menos funcional para cada perfil de persona, hoy queremos hablar sobre las ventajas del Psicoanálisis infantil.

Empecemos por el principio: ¿Qué es el psicoanálisis?

La primera imagen es aquella del diván y la conversación libre, cosa que no es nada alejada de la realidad, ya que se la considera pionera en lo entendido por terapia conversacional.

En palabras sencillas, se trata de un método que intenta comprender el mundo psicológico de las personas, qué hacen y por qué hacen las cosas, a través de la conversación libre, que contempla desde emociones, miedos, fantasías y sueños, hasta experiencias personales y asociaciones libres.

El psicoanálisis ha evolucionado mucho desde sus inicios, a principios de 1900, de la mano de Sigmund Freud. Muchos profesionales a lo largo de la historia han colaborado en estos cambios y desarrollo de este tipo de psicoterapia.

¿Qué pasa entonces con el psicoanálisis infantil?

Freud sostiene que nuestro inconsciente alberga una serie de contenidos que dan respuesta a muchas de nuestras emociones, comportamientos y conflictos. Por supuesto, al residir en el inconsciente, las causas y porqués nos resultan lejanos e inalcanzables.

Es por esto que realizó investigaciones ligadas a escuchar a los pacientes hablar de sus fantasías y sueños (entre otros), y gracias a esto llegó a una conclusión: todos ellos asociaban sus síntomas con alguna experiencia o fantasía infantil.

En consecuencia, el psicoanálisis se focaliza de forma especial en entender la mente infantil. Así todo, Freud nunca trató a niños específicamente, sino que fue Melanie Klein quien luego abordó y sistematizó el psicoanálisis infantil.

El psicoanálisis infantil

El psicoanálisis infantil se centra en utilizar el juego durante el tratamiento para llegar al fondo de las emociones y comportamientos de los niños, en pos de comprenderlos y ayudarlos. En ese ida y vuelta, juego va y juego viene, el niño conversa con el terapeuta y, a medida crecer y de ser necesaria la continuidad del tratamiento, la conversación va en aumento y el juego suele disminuir.

Pero no solo se toma en cuenta la conversación entre niños y terapeutas, sino que a través del juego y de los dibujos, de la simbolización, los niños suelen manifestar emociones profundas, eventos traumáticos o dolor. Son maneras en las que se presenta lo que cuesta poner en palabras, y las distintas formas de jugar poseen diferentes significados.

De esta manera y a través del juego, el terapeuta puede guiar al niño y ayudarlo a tomar conciencia de las experiencias que lo aquejan, que han reprimido, de sus síntomas, fobias y angustias, en pos de sentirse cada vez mejor. En el caso de los adolescentes, se trata más de hacer uso de la palabra para trasladar lo inconsciente hacia el plano consciente.

El proceso terapéutico

Por supuesto que en todo camino resulta de vital importancia la inclusión familiar en el proceso terapéutico. Esta técnica es una a tener en cuenta. Muchos de nosotros no creeríamos los descubrimientos que se pueden alcanzar cuando un niño conversa de forma “libre” con un terapeuta capacitado.

Eso sí, no nos apresuremos: el psicoanálisis no pretende alcanzar resultados ni rápidos ni inmediatos, sino dejar que la palabra sin condiciones conduzca por un camino de profundización, hallazgos y progreso. Es ahí donde reside la verdadera eficacia del psicoanálisis. Finalmente, “es una cura con y por la palabra”.

No por esto creamos que si los niños aún no pueden hablar debido a sus edades, el psicoanálisis no es para ellos. No necesariamente. Recordemos que el juego resulta primordial en la terapia bajo esta disciplina, y no hay edad para comenzar una terapia.

De hecho, el psicoanálisis se encuentra recomendado especialmente para casos relacionados con fobias, obsesiones, depresión, angustia, psicosis y problemas psicosomáticos.

Con tantos componentes presentes en esta ciencia, de ser necesaria una consulta o tratamiento, es preciso realizar una búsqueda comprometida y poder encontrar un profesional que no solo se dedica al psicoanálisis, sino puntualmente al psicoanálisis infantil.

Es importante que el profesional conozca sobre patologías infantiles, emocionalidad infantil, razones por las cuales las familias suelen consultar, técnica de juego infantil y teoría psicoanalítica, por supuesto. Toda esta teoría y práctica combinadas, y en fluida interacción, harán del tratamiento psicoanalítico infantil uno de lo más integral posible.

Heliana Moriya

Docente de música de niveles inicial, primario y secundario

Psicopedagogía