Es habitual que padres y madres manifiesten su inquietud ante el poco consumo de frutas y verduras que ingieren sus hijos. Es muy importante no desmotivarse y continuar fomentando su consumo de estos nutrientes con paciencia y creatividad, ya que es uno de los grupos alimenticios esenciales para una correcta nutrición.
Es importante que la familia acompañe esta conducta alimentaria, teniendo presente las verduras a diario
A medida que los niños van creciendo, incorporamos en su dieta nuevas verduras. Es normal que los niños pongan caras de desagrado frente a este grupo de alimentos. No así con los dulces, como las golosinas.
El momento de comenzar la incorporación de alimentos diferentes a la leche es a los 6 meses de vida y es normal que, en ese primer momento, los niños presenten caras de desagrado o incluso devuelvan el bocado.
No debe preocuparnos, ya que esa actitud de los pequeños se debe al desconocimiento de ese nuevo alimento.
Características sensoriales de las verduras
En general, las verduras no tienen sabor, por eso es importante realzarlo con condimentos suaves.
Lo que sí tienen son variados colores que podemos mezclar bien para preparar elaboraciones coloridas (soufflés de verduras, croquetas con verduras y queso, verduras rellenas como zapallitos rellenos de carne con salsa blanca, sopas de verduras con fideos pequeños con formas atractivas…).
Podemos realizar la preparación con diferentes salsas de colores y presentar en el plato las verduras formando dibujos o animales para que resulten más atractivas y llamativas.
Beneficios nutricionales de las verduras
Las verduras son ricas en vitaminas, minerales y fibra. Se debe animar a los niños a comer variedad de verduras (hay un arco iris de colores entre los que elegir) que proporcionan antioxidantes, vitaminas, minerales.
- Promueven la buena salud y protege contra las enfermedades, tanto ahora como en el futuro. Existen pruebas sólidas para demostrar que los nutrientes que se encuentran en las verduras pueden prevenir enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares.
- Aseguran el crecimiento y desarrollo saludable del niño.
- Fortalecen el sistema inmunológico para combatir las enfermedades comunes como resfriados.
- El alto contenido de fibra contribuye al buen funcionamiento del aparato digestivo y evita el estreñimiento.
- Evita el sobrepeso y la obesidad, problemas habituales entre la infancia, al ser bajas en grasa.
- Hidratan al niño gracias a su alto contenido en agua.
El entorno del niño depende de ti
Es importante que la familia acompañe esta conducta alimentaria teniendo presente las verduras a diario. Es decir, que los padres o adultos a cargo del niño consuman estos grupos de alimentos.
Utilizar la creatividad, variedad, modificar las recetas, tenerlos presentes en forma de crudos o cocidos.
Los niños aprenden observando y viviendo la experiencia. No basta solo con decir que es bueno comer estos grupos de alimentos. Los adultos deben consumirlos también de forma frecuente.
Hay etapas en la que los niños se retraen un poco, es decir, que algún día coman menos o más. Debemos tener paciencia en estas situaciones y mantener el objetivo de fomentarles una alimentación saludable.
Algunos ejemplos de comidas con verduras
- Ensaladas acompañando milanesas.
- Guiso de lentejas con verduras en trozos (zapallo, zanahoria, zapallito, repollo, cebolla, morrón).
- Canelones de verdura con salsa fileto.
- Pollo al horno con verduras al vapor: chauchas, remolacha, choclo, zanahoria.
- Sopa de verduras con pollo o fideos pequeños.
- Tarta de verduras y huevo, acompañando arroz primavera.
- Tarta de zanahoria (se licuan las zanahorias y, en vez de agregar leche, se utiliza la zanahoria licuada).
