Parece que, si tu hijo tiene entre 6 y 16 años y es chico, está obligado a que te guste el fútbol y quiera jugarlo a todas horas en el patio de la escuela, en el parque… pero ¿y si tu hijo odia totalmente el fútbol?
¿Por qué mi hijo odia el fútbol?
Probablemente, el odio de tu hijo haya surgido por la imposición de este deporte en todos los ámbitos. Si a tu hijo nunca le ha emocionado mucho el fútbol y le han obligado a jugar a todas horas con los amigos y a verlo en la tele en casa, es normal que le haya ido cogiendo tirria. Imagínate que no te gusta mucho la lechuga y te obligan a comerla a todas horas… acabarías aborreciéndola.
Si tu hijo se niega a jugar al fútbol puede causarle problemas de aislamiento y soledad
También puede haber sufrido alguna experiencia estresante en un partido o algún problema con algún compañero que le haya hecho odiar el fútbol. O puede que tampoco lo odie, simplemente no le gusta, le aburre, no se le da bien o está cansado de jugar siempre a lo mismo.
En algunos casos, el problema no es el deporte en sí, sino la timidez de tu hijo que le dificulta preguntar si puede jugar o le hace pensar que no es bueno y los demás se reirán de él y le dejarán en ridículo, haciendo que odie ese deporte que le aparta de los demás.
Sea como sea, si tu hijo se niega a jugar al fútbol puede causarle problemas de aislamiento y soledad, sobre todo si su colegio impulsa mucho este deporte o todos sus amigos y compañeros están enamorados del fútbol.
¿Qué hacer si mi hijo odia el fútbol?
- No le obligues a jugar al fútbol ni a verlo si no quiere. Cuanto más se fuerza a un chico a hacer algo, peor. Respeta sus gustos.
- Habla con el director de su escuela para que se potencien otras actividades y deportes tanto en clase de educación física como en el recreo. Hay vida más allá del fútbol y es bueno para todos los chicos y chicas conocer otros deportes.
- Pregúntale qué le gusta a él y qué deportes o juegos le gustaría practicar o hacer con sus amigos, en las extraescolares o en su tiempo libre.
- Refuerza su autoestima y la seguridad en sí mismo. No tiene por qué cambiar ni hacer algo que no quiere solo por gustar a los demás.
- Si el problema es su timidez, dale unas cuantas frases que pueda usar para acercarse a otros chicos que ya están jugando al fútbol y unirse a ellos.
Así puedes ayudar a tus hijos
- Intenta indagar por qué odia el fútbol o por qué se niega a jugar, por si hubiera alguna causa detrás del problema que puedas solucionar, como un enfrentamiento con otro amigo.
- Recuerda que hay más deportes además del fútbol y que este no nos tiene por qué gustar a todos, por mucho que a ti te guste o por mucho que siempre hayas soñado con jugar al fútbol con tu hijo. Es malo que la presión venga del colegio, pero peor aún si viene de los padres.
- Lo importante es que tu hijo haga deporte y juegue al aire libre, no importa si es con una pelota en los pies o con cualquier otro deporte.
- Si en el colegio se siente solo y aislado porque no juega al fútbol, dile que busque a otros niños y niñas a los que tampoco les guste este deporte. Seguro que hay más de uno y chicos con los que comparte otros intereses para pasar tiempo en el recreo y no sentirse solo ni un ‘bicho raro’.
- En cuanto a vosotros, los padres y madres, es importante que no cedáis a la presión e ignoréis sus comentarios porque vuestro hijo no juega al fútbol, como si todo en esta vida se redujera a eso. Ayudadle a encontrar sus capacidades y habilidades y a potenciarlas para que su autoestima esté alta y no se sienta mal por no disfrutar del fútbol.